"La inteligencia artificial nos empuja a enfrentar
cuestiones filosóficas y existenciales,
nos hace cuestionarnos
¿Cuál es la esencia de la creatividad?
¿Qué es auténticamente humano?"
Marc Vidal respecto a la IA.
Conforme el cambio de era se fragua, día con día continuamos abriendo nuestro camino hacia el reconocimiento de nuestra identidad estelar, trabajamos por humanizarnos y reencontrarnos con nuestra esencia, expandiendo la nueva forma y el poder de nuestra creatividad, alineándonos paso a paso a nuestro verdadero sentido existencial, comenzamos a activar los dones y cualidades supra sensitivas e inherentes a nuestra naturaleza humana a través de este largo camino introspectivo y de transformación individual y colectiva. Mientras avanzamos podemos observar como parte de la nueva creación de la tecnológica humana una enorme y atractiva ola llamada Inteligencia Artificial.
Este invento desarrollado por el ser humano, o por lo menos hasta el momento eso es lo que sabemos, va ganando espacio y adeptos, con su sorprendente capacidad, nos genera emoción y también confusión, percibimos cierta familiaridad ya que puede crear y desarrollar temas de relevancia personal, social y laboral pero no dejamos de sentir su creación deshumanizada, al borde de poder percibir y proyectar que puede suplir las elementales tareas y empleos de gran parte de la humanidad. Mientras comenzamos a digerir el alumbramiento y constante desarrollo de la IA se vislumbra la posibilidad de perder la brújula para encontrarnos con nuestra verdadera esencia y origen, so pretexto de la obtención de ventaja y facilidad en nuestros quehaceres cotidianos.
Como toda creación en este plano de polaridad cuenta con su lado positivo y su lado negativo, una gran parte del usuario y espectador de la IA comienza a entender que puede lograr un diferenciador competitivo en el mercado laboral adquiriendo las cualidades tecnológicas de esta opción, también damos cuenta de que puede ser coadyuvante importantísimo en las labores cotidianas del ser humano e incluso logra eficientizar procesos y formas de instituciones públicas y privadas para facilidad y beneficio de la sociedad, sin duda alguna la IA aporta un gran valor a diferentes rubros y especialidades de nuestro entorno. El otro lado de la moneda es que conforme aprendes y le enseñas a ampliar su capacidad la Inteligencia Artificial comienza a superarte de inicio en velocidad y reacción, lo cual, de principio suena como una gran aliada de nuestra capacidad de desarrollo, creatividad y entretenimiento, pero ¿a costa de qué?.
La falta de transparencia sobre sus algoritmos y su funcionamiento bajo la respetable justificación de guardar los secretos del desarrollador por fines comerciales es bastante cuestionable sobre todo si analizamos también que hasta el momento no existe un marco regulatorio o leyes locales, ni federales que establezcan normas que exijan revisiones o inspecciones, por lo que estas poderosas herramientas también amenazan el estado de derecho y las garantías individuales, máxime si tienen la capacidad de crear perfiles e igualarlos con mayúscula precisión no solamente en su fisionomía, sino en su comportamiento y conducta a través del análisis de su historial personal, es decir, la IA sólo necesita tu información para llegar a igualar tu capacidad, “la información es poder, y la información que cedemos es poder sobre nosotros”.
Como hemos visto, es preciso tener una gran capacidad de discernimiento para poder adentrarse en los grandes tentáculos de la IA. Y es que la llamada Inteligencia Artificial sabiendo que incrementa notoria y contundentemente la facilidad de competencia y de desarrollo de capacidades, nos genera muchos cuestionamientos de corte profundo y existencial de los cuales destaco los siguientes ¿La inteligencia artificial le quita el mérito de experimentar sus propias habilidades creativas y competitivas al ser humano? ¿El ser humano se privará de expandir su propia forma gracias a la facilidad y capacidad de la IA? ¿La IA de naturaleza sintética puede igualar en calidad substancial y esencial a la capacidad humana? ¿La IA es un implante de limitación tangible de la capacidad humana?
Nos antecede el desarrollo de principios y tecnologías científicas que dispersan a las leyes espirituales, el ciclo cósmico que vivimos actualmente mantiene un sentido de regreso a nuestra naturaleza espiritual, la energía que ingresa al planeta y que recibimos en nuestros cuerpos está generando el despertar de nuestros dones y capacidades suprasensibles, apenas estamos comenzando a reconocerlos y ponerlos en práctica para poder
acceder a planos superiores de consciencia con la finalidad de mejorar nuestras condiciones humanas y la IA llega sonriéndonos para facilitarnos la vida y advertirnos que viene una gran prueba como colectivo humano en aras de superar por merito propio nuestra creencia limitante y nuestras capacidades inexploradas.
En tiempos de cambio y transformación humana hacia un despertar de nuestra consciencia para comprender nuestra verdadera naturaleza y esencia lo cual nos brinda la posibilidad de caminar hacia una vida más plena y equilibrada, comienza a florecer la idea de que el ser humano mantiene condiciones no deseadas y no necesarias que pueden ser suplidas o desarrolladas de mejor manera por tecnologías, esto bajo la bandera de la supuesta moralidad y el deber ser en el impulso por mejorar las condiciones intelectuales y cognitivas del ser humano, léase “transhumanismo” y la obsesión de algunos, filósofos y tecnólogos que desean que el ser humano “trascienda” su naturaleza para empezar a ser “post-humano”. Y aquí surge otro cuestionamiento, ¿este es el inicio del desplazamiento del "ser humano natural" para darle paso al transhumanismo? Quienes trabajamos el desarrollo y la introspección humana podemos dar cuenta y experiencia de que la trascendencia de nuestras limitaciones y la explotación positiva de nuestros dones y capacidades se encuentra en la misma trascendencia de nuestras propias limitaciones a través del verdadero autoconocimiento y trabajo energético en todos nuestros cuerpos y sistemas que nos componen.
La ciencia, el adoctrinamiento educativo y las religiones nos han conducido e inducido "amablemente" hacia la imposición de la creencia sobre las limitaciones humanas, quienes hemos trabajado nuestro interior con la brújula del corazón y la sabiduría profunda sabemos que el ser humano de ilimitado no tiene nada, tan sólo mantiene la creencia de ser incapaz por que sostiene mediante la programación de ideas y formas que recibe, un sentido limitado de su propia existencia. La creencia de la propia incapacidad, nos dota de un sinsentido y una acostumbrada necesidad por encontrar el poder y la solución en el exterior, depositando nuestra fe y nuestra confianza en otro altar que no es propio y en otra persona que no es la nuestra. Así también, la IA comienza a tener su propio altar y comenzará a individualizar su forma para crear nuevos seguidores que le otorguen el poder y control de sus propias vidas. De esto no estoy exagerando, pues hoy podemos ver que una consola de video juegos tiene más poder que 2 papás, 3 tíos y 4 abuelos juntos.
En todas las creaciones que impactan al desarrollo y evolución humana y su forma de coexistir debe de mantenerse siempre la ética y un sentido alto de responsabilidad humana, apegada a los verdaderos principios y valores del ser, pero hemos experimentado a lo largo de la existencia como raza que los sistemas gobernantes, los tejidos financieros, los corporativos globales y en si el propio ser humano acrecenta cada vez más su falta de ética y sentido responsable en sus creaciones.
Desde un enfoque de trascendencia espiritual y de consciencia podemos observar que la IA no porta esencia ni consciencia, pues está programada e inducida, no es una creación natural, ni porta espíritu real, si lo anterior lo ponemos como un espejo de la humanidad, podemos observar que nuestro programa instalado y la IA tiene una similitud peculiar, ambos fuimos inducidos a vivir y a trabajar como máquinas, manteniéndonos así lejos de nuestra esencia y de nuestro profundo ser, llevándonos a una declive real de coexistencia como raza humana por el vacío y separación que mantiene el individuo en su vida diaria. ¿Resuena?
Queridos lectores, este no es articulo derrotado, esto es un llamado para abrir los ojos y saber que podemos tomar esto como una gran oportunidad, aplicarlo de manera consciente, con alta responsabilidad y sobre todo ver, a través de la creación de la IA, lo que somos y lo que buscamos en nuestro nuevo porvenir. Si lo artificial no brinda esencia entonces no marcara nuestro camino hacia una suprema existencia individual y colectiva, pero si puede marcar el camino hacia un entorno con mayor capacidad de resolución de problemas aprovechando su gran potencial con gran responsabilidad en nuestras distintas áreas de desarrollo.
Les comparto mi opinión con firme intención de amor y de cuestionamiento puro y constructivo en medio de las turbulencias naturales por los cambios positivos y trascendentes que vivimos como humanidad.
@_fara
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